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No nos dimos cuenta

Resulta raro que, cuando no posteo casi nunca en este blog, sea un tema como el “fútbol” uruguayo el que me haga escribir unas lineas[1]. Pero bueno, si hay algo que no me tomo enserio es justamente este blog. Puse fútbol entre comillas porque no se si realmente entra dentro del fútbol lo que voy a mencionar.

Ayer se suspendió el clásico porque hubo relajo.

Inmediatamente, todo el mundo reacciono de las maneras que cualquiera podría imaginar: indignación, superación, “Andate Bonomi“[2], etc… Lo de siempre.

Sin embargo, lo que pareciera que nadie quiere reconocer, que mientras sigamos cantando himnos a la violencia todos los fines de semana desde las tribunas, vamos a seguir alimentando esta glorificación hacia la violencia en el deporte.

Hay un post del Lunes 24 de Octubre de 2016 (tan solo 5 semanas atrás) en la pagina “CampeonDelSiglo” titulado “En un baño de la Ámsterdam” que SI entiende donde esta parte del problema y lo describe de manera excelente:

Se hicieron común las canciones de las muertes, de Posadas y de Rodrigo. Vi tribunas enteras cantando por el asesinato de ellos. Yo canté. Vos seguramente también. Basta con la hipocresía de no hacerse cargo. Nunca robé una bandera, pero en algún momento de mi vida he guardado en mi computadora fotos de los hinchas de Peñarol con trapos ajenos para joder a mis amigos bolsos. ¿Fui el único?

La violencia la ejercemos –o la hemos ejercido- muchos. Hasta hace no tanto, por suerte eran pocos los dispuestos a pasar de la teoría de la letra a la realidad de los hechos. Hoy, son cada vez más y en lugares que, tiempo atrás, parecían una utopía. Por ejemplo, la tribuna Ámsterdam. Hoy por hoy, hay pocos lugares donde se pueda actuar con más impunidad que en una cancha de fútbol. Ayer fuimos varios miles los que compartimos la tribuna con un asesino en potencia. La violencia nos invadió, porque en algún momento, los violentos fuimos todos.

Es muy simple lo que tiene que hacer cada uno de nosotros, mas allá de hacer una “reflexión” vacía y twittear dos boludeces haciéndose el contestatario:

  • Cada vez que se cante sobre matar a uno o prender fuego un barrio, simplemente no cantes. No seas cómplice. Si pensas que por no cantar estas en riesgo de que te caguen a palos o te peguen un tiro, entonces no vayas.
  • Si pensas que el problema esta en los dirigentes, tampoco vayas a la cancha o date de baja en el padrón de socios (si lo sos). Para que les seguís dando guita a la gente que crees que tiene la culpa?
  • Si te parece que a Tenfield le conviene que la gente no vaya al estadio (si, escuche a alguien decir esto el domingo) entonces no garpes el fútbol uruguayo en el cable.
  • De la misma manera, si te parece que el periodismo deportivo da manija en todo este asunto, no lo escuches.

Al final, es así de simple. Boicotea el fútbol uruguayo. Lo único que precisas es un mínimo de voluntad. Y de paso, capaz que te ahorras algún mango.

O podes seguir dándole de comer a todos aquellos que consideras responsables.

Nos vei.


[1] La razón de que considere extraño postear de algo que parece ser futbol, es porque me resbala el fútbol. Me resbalan Nacional y Peñarol. Miro a la celeste, pero supongo que soy lo que los muchachos de “Que vuelva la celeste de antes” llaman un “calendarista” (si todavía no los conoces recomiendo que los sigas en Twitter que te cagas de la risa) .

[2] Para el que no esta familiarizado con la “actualidad” del Uruguay, “Andate Bonomi” viene a ser nuestro equivalente al “Thanks Obama” de los gringos en los últimos años.

 

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